
¡Hola a todxs!
Acabo de dar con este artículo ¿Personas con discapacidad o con diversidad funcional? y me apetece compartir mi opinión. Una opinión diferente, que no distinta. Una opinión basada en la diversidad, un término positivo que me evoca riqueza.
Y me parece importante señalar esto, pues a lo largo de mi trayectoria vital he podido descubrir el poder del lenguaje. Lo cual me ha llevado a intentar ser más cuidadosa con el uso de etiquetas y de palabras que no transmitan lo que yo no quiero decir. Esto me sigue ayudando a día de hoy a ser una persona consciente y de mente abierta.
También he aprendido que porque algo esté socialmente aceptado no significa que sea lo correcto ni deseable, y que eso no me va a condicionar para dejar de hacer cosas en las que creo y de defender lo que considero más justo. Y que al principio puede que sean cuatro gotitas de agua las que difieran de lo establecido, pero serán cuatro gotitas de agua valientes, a las que estoy segura que se unirán progresivamente muchas más.
Continúo con mi percepción de la realidad, creyendo firmemente que vivo en una sociedad que se encuentra aún alejada de la plena inclusión. Por ello, entre las muchas vertientes en las que se ha de trabajar se encuentra uno de los rasgos fundamentales que nos caracteriza como especie: la complejidad de nuestra comunicación y más concretamente el lenguaje humano.
Claro que cuando se empieza a escuchar un nuevo término al que no se está habituado llama la atención, todo lo nuevo lo hace. Pero el lenguaje fue creado por nuestros antepasados, y está en constante cambio y evolución, adaptándose a las nuevas necesidades de nuestra existencia. Pues en eso consiste avanzar. Y romper con estereotipos y prejuicios de cariz negativo, aunque al principio causen cierta confusión, en mi opinión es un avance.
Por último, no considero que por utilizar un término más inclusivo y realista se estén negando las características de ninguna persona, es más, se está dando más cabida a las mismas. Porque en mi forma de ver el mundo ninguna persona es más ni menos que otra, ni por las características físicas ni por las interiores, ni nadie debería tener derecho a calificar y/o categorizar a otra persona como inferior simplemente por conocer solo una parte observable de su totalidad como persona.
Y es por eso por lo que yo sí rechazo llamar a nadie discapacitado, sino diversamente capacitado, o persona con diversidad funcional (es decir, con diferentes formas de hacer las cosas, de ser y estar en este mundo; al igual que todos y cada uno de nosotros).
Aquí os dejo otro artículo Justicia vs. Relato , de gran contraste en comparación con el primero. Ya me diréis cuál os gusta más…
Problema gordo este da linguaxe (en xeral e máis en campos específicos). Entre minusvalía, discapacidade e diversidade funcional, quedo claramente co terceiro. Ven sendo o menos sutractivo dos tres. E ademais é máis inclusivo xa que nos acerca un pouco a todos, pois todos somos algo diversos. Tamén distingo entre falar científicamente (obriga a máis precisión de significado) e falar «normalmente» (onde vale incidir en persoas sen máis).
Se me escapa a disyuntiva que plantexan os dous artigos (sendo do sector diverso).
Muy buen articulo. Gracias por compartirlo.